jueves, noviembre 22, 2007

Contexto Externo y Retenciones revierten el deterioro del Superávit Fiscal

Informe Especial Nº 380 (versión PDF)

El favorable contexto externo continúa jugando a favor de la Argentina. Pese a que los países en desarrollo ya corrigieron sus proyecciones de crecimiento para este año y el entrante, descontando que la crisis en el mercado inmobiliario de EE.UU. terminó atenuando el nivel de actividad esperado, igualmente ello parece no haber afectado los precios de la mayoría de los commodities, que incluso algunos se encuentran alcanzando nuevos máximos.

Particularmente, este año los precios de los principales cereales y oleaginosas exportados por la Argentina reflejan subas generalizadas y significativas que están mejorando aún más los términos de intercambio con el resto del mundo. Por ejemplo, el poroto de soja y sus subproductos (aceites y harinas) muestran subas que superan el 50% interanual en octubre último, el girasol un 70%, y en menor medida, el Trigo refleja una suba de 37%, mientras que el maíz un 15%, todos en igual periodo. Todos ellos ya superaron los máximos alcanzados a mediados de 2004. Este benévolo contexto externo en materia de precios le “permite” al Gobierno de Néstor Kirchner incrementar las retenciones a las exportaciones y dejar así el camino allanado para asegurarle a la presidenta electa Cristina Fernández de Kirchner la posibilidad cierta de recuperar parte importante del deterioro fiscal observado este año, casi sin comprometer una desaceleración en la evolución del gasto público.

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lunes, noviembre 05, 2007

¿Por qué se frenaron las compras de dólares en el tercer trimestre?

Informe Mensual Octubre 2007:

"¿Por qué se frenaron las compras de dólares en el tercer trimestre?"
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Por Juan Sommer


A lo largo de 2006 y gran parte de este año una de las preocupaciones del Gobierno fue evitar la masiva oferta de dólares provocara la apreciación del peso. Para ello el Banco Central intervino en el mercado de cambios comprando las divisas que posibilitaron el fuerte crecimiento de las reservas.

Pero como al mismo tiempo se fijó el objetivo de evitar que la expansión monetaria -M2- superara los límites establecidos por el propio Banco Central, límites supuestamente compatibles con la tasa de inflación proyectada del 7-11%, la expansión generada por la compra de dólares debió ser esterilizada en gran parte mediante emisiones de LEBAC y NOBAC que provocaba como contrapartida el crecimiento de la deuda del Banco Central.

Si ello no afectó significativamente el superávit cuasi fiscal del Banco Central fue porque la diferencia entre las tasas de interés de las colocaciones de las reservas acumuladas y las tasas de interés de los títulos que emite el Banco Central fue relativamente baja.

Como la magnitud de la intervención del Banco Central en el mercado de cambios depende también de los recursos fiscales que el Gobierno utiliza para comprar los dólares para pagar los servicios de la deuda pública, la reducción del superávit en 2006 y en el transcurso de 2007 requirió mayor intervención del Banco Central para sostener el tipo de cambio.

De hecho, en 2006 el Gobierno Nacional luego de todos los pagos de la deuda en pesos dispuso de excedentes para comprar dólares por el equivalente a dls. 2,6mil millones, monto que se redujo al equivalente a dls 800 millones en el primer semestre de 2007 y se proyecta en dls. 670 millones para todo el año.

La intervención del Banco Central en el mercado de cambios se tradujo en la compra al sector privado de dls. 14.000 millones en 2006 y de dls. 9.115 millones en el primer semestre de 2007, mientras que participación del Tesoro Nacional en la compra de dólares fue muy acotada, dls. 480 millones en 2006 y dls. 928 millones en el primer semestre de 2007.

Es decir, hasta mediados de 2007 el Banco Central pudo compatibilizar los objetivos de acumular reservas, ejercer cierto control sobre la expansión monetaria manteniendo tasas de interés negativas en términos reales sin afectar significativamente los resultados cuasi fiscales.

El escenario cambió en el tercer trimestre de este año, más precisamente, desde fines de julio, probablemente gatillado por la crisis de las hipotecas subprime. Desde fines de julio en adelante y hasta el 19 de octubre, el Banco Central en lugar de comprar, vendió dólares en el mercado de cambios. Si bien los montos vendidos en sí mismo y respecto del total de reservas no son significativos, es la primera vez que se registran ventas desde la crisis del 2002. Desde fines de julio hasta el 26 de octubre el Banco Central vendió dls. 1.250 millones.Pasado lo peor de la crisis hipotecaria en EE.UU. y tras la decisión de la Fed en bajar la tasa de interés, los flujos de capital están volviendo a los mercados emergentes, tal como muestra la apreciación del real brasileño. No obstante, en Argentina se mantuvo cierto “recelo” y solo después de las elecciones presidenciales volvió a intervenir el Banco Central comprando dólares en el mercado.

¿Cuales son las razones de este cambio? ¿Fue esta una situación transitoria? Y en caso de que así haya sido ¿cuales son las condiciones para que no vuelva a repetirse? Estas son algunas de las preguntas que abordaremos en este informe.

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